En el frío amancer del sábado 7 de noviembre iniciamos nuestra caminata, con el regalo de la incorporación de cuetro nuevos hermanos madrugadores.
Mientras tibiamente comienza a parecer el sol, nuestras oraciones y cantos van llenando el ambiente.
Nuestros pasos enfrentan a los vehículos de quienes han terminado su carrete y con evidencia en sus rostros del trasnoche, contrastando con nuestro testimonio de alabanza y agradecimiento al Dios de la vida por ese nuevo amanecer con que nos bendice.
Con nuestro caminar vamos haciendo vida la oración del Mes de María ya que nos vamos acercando al trono de gracias donde Ella preside y nos espera.
Nuestras mentes y corazones se ubican en sintonía con toda la creación, vamos esparciendo
flores para señalar el camino que, de la mano de María, nos conduce al encuentro con el Padre.
En nuestros hombros pesan las penas y fatigas de la semana que culmina, pero nuestras almas rebozan con la alegría de los dones recibidos.
Hemos llegado hasta aquí, con nuestra fe encendida, con nuestros brazos abiertos, con nuestro corazón, con nuestros dolores, con nuestros temores, a empaparnos de tí Señor, a empaparnos de Tí.
En el recogimiento del Santuario, bajo la mirada protectora de María, vamos haciendo silencio interior para poder decir: Enséñanos Madre buena, cómo se debe escuchar, al Señor cuando nos habla, en la sonrisa niño, en la mano de un amigo, en la paz de una oración, en una noche estrada, en la tierra que dormida hoy descansa en su bondad...
Luego de nuestra oración personal e interior, nuestros corazones y voces se unen para repetir
la oración que el mismo Jesús nos enseñó y de esa manera, prepararnos para el encuentro personal con Jesús eucarístico, que se ha hecho para el hombre Pan de Vida eterna.
Infaltables las fotografías de rigor, extrañando a quienes gustan siempre de aparecer en fotografía... no temas Adrián, siempre llevo la cámara conmigo.
En el desayunáculo, vamos haciendo vida entre nosotros lo que hemos vivenciado durante la Madrugada, poniéndonos al día con la vida de cada cual, habiendo previamente, realizado el ritual de introducción de los nuevos
madrugadores, sin que se nos escape ninguno.
Planificamos lo que podemos para el tiempo que se nos presenta, hace rato que la idea de un "asadito" está rondando para tener un encuentro más fraterno y distendido, para hacer más comunidad entre nosotros.
Con los conflictos sociales que acontecen, solidarizamos con nuestro hermano Roberto Bravo, quien preside una organización gremial de contratistas forestales, afectados por movimientos de trabajadores con un fuerte grado de tensión, es materia de oración, para que el
Señor ilumine a los involucrados y se logre prontamente un acuerdo.
Ya estamos orando para que el Espíritu Santo nos ayude a dirimir con las comunidades de la Quinta Región el lugar donde habrá de llevarse a cabo el XII Encuentro Internacional de Madrugadores en el año 2011.
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