Hermosa madrugada la vivida hoy, con el regalo de poder contar con el P. Humberto y el P. José Luis, quienes concelebraron esta Misa de Madrugada.
El Evangelio de hoy nos ilustra respecto de nuestra actitud frente a los desafíos del tiempo y particularmente, al Encuentro Internacional de Octubre próximo. Sin duda alguna nuestra disposición interior y exterior, de acuerdo a los dones y estado de cada cual, es la conciencia de ser un pecador y con esa realidad, asirnos de la mano del Padre, con humildad, implorar su ayuda y guía: "Ten compasión de mí, que soy un pobre pecador"; y la acción, debe ser hecha por y con amor.
No fuimos muchos los que llegamos, pero quienes participamos disfrutamos la Eucaristía y un desayuno acorde con la cuaresma (nadie asumió la tarea en forma habitual), pero para las próximas 4 madrugadas ya están los voluntarios.
Construir comunidad no es fácil, aceptarnos tal cual somos tampoco lo es, pero en oración, con humildad y con mucho amor, lograremos el cometido.
Nadie es indispensable, todos somos necesarios.
Bendiciones a todos.
PD: Retornó Manuel Gutiérrez Da Costa, ahora felizmente casado; bienvenido de vuelta hermano
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